miércoles, 11 de febrero de 2009

Juicio por la agresión policial a la RCADE en las escaleras del Congreso

Hace ya unos cuantos años se creó el movimiento por el 0,7 %, se crearon grupos y comisiones locales, como en el caso de Vitoria-Gasteiz. Después surgió la RCADE, Red Ciudadana para la Abolición de la Deuda Externa. Desde entonces, reuniones, acampadas, manifestaciones, actividades en la calle, votaciones, recogidas de firmas, la famosa cabalgata de reyes en la que nos infiltramos, la carroza en carnavales de 2002...


En una de estas concentraciones celebrada en Madrid hace unos 8 años, los miembros y simpatizantes de la RCADE fueron víctimas de una desmedida actuación policial en la que algunos de ellos fueron agredidos y detenidos. Uno de ellos era Aga, que en breve tiene que ir a Madrid a testificar en el juicio en el que se juzga a 5 policías


Más información en:


http://juiciorcadecongreso.blogspot.es/


El Blog de Aga

2 comentarios:

Jose Luis López de Ciordia dijo...

Espero que este juicio sea algo más que una pantomima, un trámite que hay que pasar para poder decir que todo funciona. Que sí que tenga consecuencias, y demuestre que todavía queda algo real del llamado Estado de Derecho; pese a que sea... mucho tiempo después de que todo pasó, como casi siempre.

Anónimo dijo...

Buenas compañeros. He pasado un día en madrid encontrandome acon antiguos conocidos y militantes de aquella RCADE que realizo una consulta popular en el año 2000 y que llevo a cabao diversas campañas de sensibilización y denuncia contra el sistema injusto que genera la deuda externa.
Hemos declarado lo que sufrimos en las escaleras del congreso de los diputados el 26 de noviembre de 2000. Ha merecido la pena llegar hasta aqui más alla de los resultados que se obtengan. No se puede negar, ni manipular lo que paso. Una brutal caga plicial contra pacificos manifestantes de una red diversa y plural. La RCADE nos junto a gente de diversas procedencias e ideologias, pero que tenian como nexo de union la lucha por un mundo más justo. Hoy, igual que ayer merece la pena seguir soñando. ¡OTRO MUNDO ES POSIBLE, JUSTO Y NECESARIO!