viernes, 31 de octubre de 2014

Avispa asiática en la Montaña Alavesa

La semana pasada se detectó un nido de avispa asiática (Vespa velutina) en lo alto de un roble en Antoñana al que pertenece la fotografía que acompaña esta entrada. Una vez activados los protocolos y certificado que se trataba de esta especie, se ha recurrido a personal especializado para eliminar a las avispas mediante un líquido inyectado en el nido a través de pértigas.

 

La introducción de especies exóticas y su liberación en el medio natural puede suponer una grave amenaza para la diversida biológica local y en algunos casos un serio problema a nivel económico. El pasado año, varias noticias en la prensa local así como una nota de prensa de la Diputación Foral de Álava ponían de manifiesto un problema que se ha ido extendiendo por  nuestro territorio durante los últimos años: la llegada y expansión de la avispa asiática.


Esta especie de avispa originaria del continente asiático ha llegado a nosotros procedente de Francia desde donde se ha ido expandiendo tras llegar en un barco procedente de China en el año 2004. En 2010 fue detectada en Irún, y posteriormente se ha ido localizando en diferentes puntos de Gipuzkoa, Nafarroa y Bizkaia hasta llegar a territorio Alavés donde se localizó por primera vez el año pasado en Aramaio. Según los expertos, este insecto colonizará la península en unos 10 años.

Esta avispa de unos 3 cm construye nidos de forma esférica colgados de los árboles que pueden tener un tamaño mayor que un balón de fútbol, se alimenta de insectos, principalmente de abejas y puede causar graves daños en las colmenas y afectar a los procesos de polinización.

La avispa asiática es algo menor que la avispa europea (Vespa crabro), o avispón, y podemos diferenciarlas fijándonos en la coloración de tórax y abdomen. La especie local tiene el tórax marrón y el abdomen amarillo y negro, predominando el amarillo, por el contrario, la avispa asiática tiene el tórax negro y el abdomen oscuro, a excepción del 4º segmento del abdomen que posee una banda de color amarillo anaranjado.

Actualmente existen diversos métodos para controlar a esta especie y minimizar sus daños, pasando por el trampeo de reinas, la destrucción de nidos o la modificación de las colmenas para evitar ataques. Este último aspecto puede ser de interés para los apicultores, ya que colocando unos orificios más pequeños en la chapa metálica de la entrada de la colmena (pasando de 6 mm a 5,5 mm) podría evitarse la entrada de las avispas al interior. En cuanto a los dos primeros métodos, captura de reinas y destrucción de nidos, es recomendable actuar con cuidado y bajo el asesoramiento de profesionales para evitar confusiones que puedan afectar a otros insectos y a las avispas autóctonas.

En definitiva, su erradicación parece ser imposible según la opinión de los especialistas, pero es posible mantenerla controlada siempre y cuando se tomen las medidas adecuadas y se cuente con el apoyo e información de la administración.