viernes, 27 de mayo de 2011

Inmoral e ilegal

Ayer asistí al COPYMA II Congreso Nacional PYME y Medio Ambiente que se celebró en Estella-Lizarra. De todas las charlas a las que asistí me gustó especialmente la de Roberto Bermejo, Ingeniero industrial, doctor en Economía y profesor del Dpto. de Economía Aplicada I de la Universidad del País Vasco titulada "Bases de la Economía Sostenible". Tanto su exposición como las respuestas a las preguntas de los asistentes fueron muy claras. Estos son algunas de las frases que se colgaron en twitter (#copyma):

- Las mejores economías serán aquellas que tengan baja dependencia de combustibles fósiles.
- La energía fotovoltaica está frenada es España. Es el país que pone más obstáculos.
- El fin de de era de los combustibles fósiles es una gran oportunidad de cambio.
- Como especie somos una plaga (los humanos).
- La energía nuclear es inmoral.
- Las nuclerares deberían ser ilegales.

La cuestión de las nucleares salió en el turno de preguntas, a continuación cito algunas frases de Roberto Bermejo extraidas de sus respuestas y de algunas publicaciones:

La energía nuclear (que constituye el mayor fracaso tecnológico de la historia, según The Wall Street Journal , y que está siendo abandonada por la mayoría de los Estados comunitarios -Bélgica, Suecia, Alemania, Dinamarca, etcétera-, aparte de los que decidieron no iniciar la carrera nuclear, como Austria o Italia) es la más subvencionada, entre otras cosas, por los costes (la inmensa mayoría no soportados) de guardar sus residuos de alta radiactividad para siempre.


La energía nuclear es innecesaria, inmoral, cara y peligrosa. Su historia está salpicada de numerosos accidentes, provoca la proliferación de armas nucleares, no tiene un tratamiento seguro de los residuos y contribuye de forma notable al cambio climático. Es innecesaria porque, si se construyeran todos los reactores que estaban programados, en 2030 sólo daría el 6% de la energía primaria del mundo (Agencia Internacional de la Energía, 2010). Es inmoral porque unas pocas generaciones (el uranio es escaso) se beneficiarán de la electricidad producida, mientras legaremos a cientos de generaciones futuras un residuo altamente peligroso. Y la falta de solución a los residuos (se almacenan en piscinas junto a los reactores, tras fracasar los intentos de almacenamiento subterráneo definitivo) debería llevar a los Estados a negar a las centrales nucleares el permiso de actividad, como ocurre con el resto de la industria.

En definitiva la energía nuclear es innecesaria, inmoral, cara y peligrosa.
Las nuclerares deberían ser ilegales.

Algunas publicaciones de Roberto Bermejo

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